Marzo 22

Jeremías 29:11

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

En este versículo Dios habló a Israel, diciendo que a pesar de las apariencias y su presente exilio en Babilonia, Él tenía un plan definitivo para ellos. “Dios no ha desechado a su pueblo, al cual antes conoció”. Romanos 11:2 Asimismo, hoy Él tiene un plan definitivo para ellos, para bendecirlos, que muy pronto se cumplirá. Pero apliquemos estas palabras a todos los CRISTIANOS de hoy; es decir, a todos los que en verdad se han arrepentido de sus pecados, y se han entregado a Jesucristo.

¡Que consuelo hay en estas palabras! NOSOTROS somos cambiables como el gallo encima del techo, que cambia con el viento: cambiamos con cada brisa nueva. Hoy, tal vez pensamos que somos salvos, llenos del Espíritu Santo, y vamos en camino hacia el cielo. Luego tenemos dudas y ni sabemos si en verdad somos salvos o si Dios nos quiere. Pero gracias a Dios, Él nos dice en Malaquías 3:6, “Porque yo Jehová, no me mudo; y así vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumados”. Cuando de veras tenemos un encuentro con nuestro Señor Jesucristo, se escribe nuestro nombre en el cielo, y El Espíritu Santo mora dentro de nosotros, y el plan y propósito de Dios es que un día, Él nos llevará al cielo para vivir para siempre. Esto es su plan. Esto es “el fin que esperáis”, que dice nuestro versículo, y esto es lo que podemos anticipar. ¡Gracias Señor!

Comentario por Francis L. Harris

"...¿qué debo hacer para ser salvo?" Hechos 16:30