Marzo 30

Isaías 6:3

Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria.

El versículo de hoy es acerca de la visión de Isaías que él tuvo el año que murió El Rey Uzzías. Vió al SEÑOR en el templo sentado sobre un trono, alto y sublime, y alrededor de Él estaban serafines que clamaban: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria”. Nos hace bien considerar que grandioso y pavoroso es Dios; un Dios sin un rastro de cualquier mancha o cosa mala. Pablo nos dice en 1ª Timoteo que solo Dios “tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible”. ¿ Cómo entonces pueden pecadores como nosotros, miserables y malos, acercarnos a su majestad? Parece imposible. ¡Pero SÍ hay una manera! Jesús lo hizo posible. Por eso murió en la cruz; para llevar NUESTRO pecado, y vestirnos en la justicia de Él. No nos atrevimos acercarnos a Dios en nuestra propia justicia, pero La Biblia nos enseña que cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, y creemos en Jesús, ÉL llega a ser nuestro Salvador; es decir que nuestro pecado se transfiere a él, y la justicia de Dios se transfiere a nosotros, de modo que nos dice en Hebreos 10:19,20 que tenemos confianza y “libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo”. ¿Qué más podemos decir que, “Aleluya”?

Comentario por Francis L. Harris

"...¿qué debo hacer para ser salvo?" Hechos 16:30