Octubre 1

Salmos 34:14

Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

¡Que raras han de parecer estas palabras a los que les encanta la “vida loca,” la fiesta y los placeres de su vida social. El mandamiento en este versículo es como si uno dijera a los lobos y los tigres que dejen de matar y de comer carne y sangre, y empieza a comer la grama o el zacate, la hierba o el pasto. Es contra su naturaleza. Y antes de venir a Cristo y recibirle en tu corazón, es contra la naturaleza tuya dejar la profanidad, la decepción, la vanidad, la suciedad, la mentira, y todas las otras disfunciones y perversiones que componen la vida en la sociedad de hoy. Es como decirles a unas estrellas del cine y de Hollywood que dejen ya las drogas y el alcohol. Dirán, ¿Qué nos queda? La respuesta: VIDA. Verdadera vida en el Hijo de Dios: una vida útil y con propósito y beneficio, realizando la razón de tu nacimiento aquí en este planeta, que es, para honrar a Dios, a conocerle y tener un propósito en la vida, y gozar de las cosas que Él nos tiene preparadas en la eternidad. Te ruego que atiendes a este asunto sin demorar. Tu bienestar aquí y tu felicidad en el futuro depende de esto. Entre más esperas para hacer esta decisión, más difícil será, y más probabilidad que la demores hasta que sea muy tarde. La eternidad está a la vuelta de la esquina. “Busca la paz, y síguela.” Amén.

Comentario por Francis L. Harris

"...¿qué debo hacer para ser salvo?" Hechos 16:30