Octubre 27

1 Corintios 11:26

Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga.

El masticar el pan representa el machacar, y el rasgar del cuerpo de Cristo, y el vino representa la sangre que corría de sus llagas. ¿Qué mejor que el pan podría representar el aplastamiento del cuerpo de Jesús cuando fue crucificado, y que mejor que el vino podría representar la sangre que él virtió por nosotros? Cuando tomamos la santa cena, debemos enfocarnos en la muerte horrible de nuestro Salvador; debemos recordar que solamente por medio de esa muerte cruel podría hacer una satisfacción por nuestros pecados, y proveer un medio por el cual Dios podría perdonar a los que se arrepienten y vienen a Jesús como su Salvador. Sí, el precio de nuestros pecados fue la muerte de Jesús. Cuando tomamos la cena, debemos recordarnos de Jesús, juzgar nuestros pecados, y adorar el precioso Cordero de Dios quien, “fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él. Isaías 53:5. ¿Tendrá todo esto significado para ti? Si no ahora, pronto lo tendrá.

Comentario por Francis L. Harris

"...¿qué debo hacer para ser salvo?" Hechos 16:30